Consiste en la aplicación de sanitizantes o desinfectantes clínico – industriales elaborados para el control efectivo de la reproducción y el desarrollo de microorganismos patógenos, como gérmenes virus, algas, bacterias, hongos.
Los sanitizantes son utilizados por medio de aspersión sobre artefactos de baño, salas de cambio, duchas e inodoros, camarines, pisos y paredes que absorben gran cantidad de humedad.
En el área de proceso alimenticio asperjados sobre mesas, mesones, lavaplatos cocinas etc.